Con frecuencia somos muchos los que utilizamos el término de la sombra.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Qué es realmente la “sombra”?
La sombra es un aspecto que rechazas, consciente o inconscientemente, de ti mismo. Entonces se convierte en una respuesta no aceptada, un miedo profundo o un deseo reprimido.
La sombra no es lo opuesto a la luz, sino que es parte de ella.
Por eso, mientras la rechazas o evitas, bien sea a través de los demás o de ti mismo, excluyes y niegas una parte de ti.
Todo forma parte de una misma consciencia y, por consiguiente, todo lo que incluyes está formando parte de una expresión completa de la vida.
La sombra solo necesita de nuestro reconocimiento y compasión, y es gracias a que nos la muestran los demás, que también tenemos esa oportunidad de otorgarle su lugar, de “ser vista”…
Puedes decirte a ti mismo: No vería lo que está en el otro, si no está en mí. ¿De qué manera me estoy relacionando con “eso”? ¿Lo veo en paz o me produce conflicto? Al identificarla, entonces es posible aceptarla e integrarla en nuestra conciencia. Cada vez que nos permitimos esta comprensión, nos “damos a luz” porque surge una especie de renacimiento. Se produce un cambio permanente en nosotros que sanamos y una percepción totalmente distinta de cómo veíamos el mundo.
-Jose A. Manchado