La meditación beneficia nuestra salud mental, física y emocional.
Con este entrenamiento de atención y conciencia, la mente regresa a un estado natural, calmado y despejado.
Conforme esto sucede, la manera de percibir cambia.
Se produce una visión más profunda de la realidad, transformando nuestra percepción interna y, por consiguiente, también la experiencia externa.
Entre otros muchos aspectos, meditar mejora: Nuestro bienestar personal (a modo de ejemplo, aumenta la serenidad y reduce el estrés y la ansiedad).
Las actividad cerebral, conexiones neuronales y múltiples efectos en el organismo. Las relaciones con los demás (volviéndonos más asertivos y empáticos).
Pasamos a ser menos reactivos, y más contemplativos y sabios.
Influye en nuestro rendimiento.
Nos aporta lucidez y creatividad para la resolución de problemas cotidianos (ayudándonos a conectar con recursos necesarios o soluciones más conscientes).
Desarrolla nuestro potencial.
Por otro lado, existen algunas trampas mentales que sería bueno tomar en cuenta, ya que podrían llevarte a no seguir con la meditación o presentarse durante la práctica. Estas trampas de la mente, son:
-La distracción.
-Poner excusas (restarle valor).
-Impaciencia. -Aburrimiento.
-Ponerle ideas o creencias.
-Emitir juicios sobre la experiencia o juzgarte.
Si te dispones a meditar, te dispones a mejorar.
Solo necesitas 1 minuto al día para empezar a cultivar este hábito saludable, que será realmente poderoso en tu vida.
– Jose A. Manchado